Escuelas Naturalistas:(2)
Los naturalistas buscaban el principio de
todas las cosas en una realidad natural denominada por ellos physis o
naturaleza, la cual asimilan a lo divino o theion. Para los naturalistas physis
es el principio universal de todas las cosas; al cual retornan y siempre
permanecen inmutables a través del cambiar, aparecer y desaparecer de todas las
cosas singulares.
Las escuelas naturalistas fueron: Escuela
Jónica; Pitagórica; y Eleática.
La
escuela Jónica (S VI-V) es la primera escuela filosófica que, sostenía que el
principio de todas las cosas era la materia animada por una fuerza interior de
movimiento o transformación denominada hilozoísmo (materia viviente).
Representantes:
Ø Tales
de Mileto (640-546): el principio es el agua, sustancia móvil y fluyente de
manera particular de la cual emergió la tierra y es sostenida toda cosa
engendrada y nutrida por ella.
Ø Anaximandro
(610-546): el principio es lo infinito, indeterminado cualitativamente y sin
límites; generando el caos del cual surgen los contrarios (raro-denso, caliente-frío, seco-húmedo); que luego de una lucha recíproca se produce el
castigo por una ley inmanente de justicia, que produce la destrucción de los
opuestos y se retorna a la unidad primordial.
Ø Anaxímenes
(585-528): el principio es el aire, principio de vida y de animación de todos
los seres.
Ø Heráclito
(536-470): para este filósofo naturalista el principio está en el fuego,
igualando a este con la ley divina o razón universal de las cosas; e
identificando los contrarios en su recíproco permutarse.
La Escuela Pitagórica:
Surge en Italia en 530 con Pitágoras de Samos (570-497); integra esta
escuela el misticismo religioso muy cercano al orfismo y, considera a la vida
corpórea expiación de un pecado original; cree en la transmigración de las
almas y considera el culto de la ciencia, por ser un medio de purificación y
liberación del alma, además de ser contempladora de las cosas eternas y
divinas.
Las
matemáticas y el estudio del número son el centro y ley que dominan todas las
cosas. Así sucede en los astros, cuyas
distancias, magnitudes y movimientos son regulados por relaciones matemáticas
(geométricas y numéricas); en los sonidos, cuyas relaciones de armonía obedecen
a leyes numéricas fijas; en la vida y en la salud, etc.
En
fin, para los pitagóricos el número es la esencia de las cosas y, reducen los
números, entes geométricos y todas las cosas a la unidad y al punto y
consideran los elementos del número como elemento de todas las cosas.
La Filosofía es un
espacio que nos permite establecer, a través de la reflexión, y sus variantes
más comunes: la interrogación, argumentación y el debate; una conexión directa
con las cuestiones más importantes para el hombre y, que tienen que ver con grandes
preguntas sobre sí mismo, el mundo que lo rodea y el porvenir. Este tipo
de análisis y reflexión interior, se ha dado desde los tiempos más remotos que
se tenga conocimiento. Hoy, más que nunca debemos intentar buscar respuestas
por este medio que, no otorga ninguna garantía a los descubrimientos que se
hagan por sí mismos, pero que habilita para tener mayor libertad en la forma de
pensar y asumir las decisiones que tomamos.
Síntesis histórica
del pensamiento antiguo: El surgimiento de la reflexión filosófica y el
problema cosmológico. Las escuelas naturalistas.
La
filosofía, tal como la conocemos, es decir en forma sistemática y racional,
surgió en Grecia entre los siglos VII y VI a.c. Al relacionase las colonias
griegas de Asia Menor con la civilización de Egipto y de Asia, aquellas,
es decir, la civilización egea y pre-helénica recibieron influencia directa de
estas.
Ya los
egipcios habían desarrollado algunos conocimientos científicos como los
vinculados con la astronomía, matemáticas y la medicina y, junto a ellos, la
investigación desinteresada conocida como filosofía (aunque en esa época
confluían muchos conocimientos que con el paso de los siglos obtendrían su
autonomía como ciencias: es el caso de la psicología y la sociología). Los
griegos incorporan a su haber cognoscitivo, teñido de misticismo, concepciones
sobre la circulación de la vida, sobre el alma y su supervivencia, el origen
del mundo basado en un caos primordial, los grandes ciclos cósmicos, etc.
Es decir,
desde una forma puramente mítica, divinizaban las fuerzas de la
naturaleza, dándoles figuras humanas (antropomorfismo), además de establecer
relaciones entre dichos seres de manera similar a la dada entre los hombres en
la vida social.
O sea,
otorgaban a estos seres naturales y cósmicos (océano, sol, estrellas, tiempo,
etc) una asimilación al modelo cultural conocido por los griegos: así les
instituían a aquellos seres, luchas y contrastes de amor y odio, jerarquías,
gobiernos y leyes, etc.
Lentamente se
va pasando del mito a la filosofía en lo atinente a los orígenes del mundo
conocido con el término de teogonía. Homero (S Xa.c.) personifica el principio
de todas las cosas en Océano, progenitor de los Dioses; Hesíodo (S.VIIIa.c.) lo
pone en el Caos tempestuoso; los Órficos (S.VII) lo buscaban en la Noche, etc.
Bibliografía: Mondolfo, R. El pensamiento antiguo. Tomo II. Losada.
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