lunes, 1 de abril de 2013


FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN (1)
  La Filosofía es un espacio que nos permite establecer, a través de la reflexión, y sus variantes más comunes: la interrogación, argumentación y el debate; una conexión directa con las cuestiones más importantes para el hombre y, que tienen que ver con grandes preguntas sobre sí mismo, el mundo que lo rodea y el porvenir.  Este tipo de análisis y reflexión interior, se ha dado desde los tiempos más remotos que se tenga conocimiento. Hoy, más que nunca debemos intentar buscar respuestas por este medio que, no otorga ninguna garantía a los descubrimientos que se hagan por sí mismos, pero que habilita para tener mayor libertad en la forma de pensar y asumir las decisiones que tomamos.
Síntesis histórica del pensamiento antiguo: El surgimiento de la reflexión filosófica y el problema cosmológico. Las escuelas naturalistas.
   La filosofía, tal como la conocemos, es decir en forma sistemática y racional, surgió en Grecia entre los siglos VII y VI a.c. Al relacionase las colonias griegas  de Asia Menor con la civilización de Egipto y de Asia, aquellas, es decir, la civilización egea y pre-helénica recibieron influencia directa de estas.
  Ya los egipcios habían desarrollado algunos conocimientos científicos como los vinculados con la astronomía, matemáticas y la medicina y, junto a ellos, la investigación desinteresada conocida como filosofía (aunque en esa época confluían muchos conocimientos que con el paso de los siglos obtendrían su autonomía como ciencias: es el caso de la psicología y la sociología). Los griegos incorporan a su haber cognoscitivo, teñido de misticismo, concepciones sobre la circulación de la vida, sobre el alma y su supervivencia, el origen del mundo basado en un caos primordial, los grandes ciclos cósmicos, etc.
  Es decir,  desde una forma puramente mítica, divinizaban las fuerzas de la naturaleza, dándoles figuras humanas (antropomorfismo), además de establecer relaciones entre dichos seres de manera similar a la dada entre los hombres en la vida social.
  O sea, otorgaban a estos seres naturales y cósmicos (océano, sol, estrellas, tiempo, etc) una asimilación al modelo cultural conocido por los griegos: así les instituían a aquellos seres, luchas y contrastes de amor y odio, jerarquías, gobiernos y leyes, etc.
  Lentamente se va pasando del mito a la filosofía en lo atinente a los orígenes del mundo conocido con el término de teogonía. Homero (S Xa.c.) personifica el principio de todas las cosas en Océano, progenitor de los Dioses; Hesíodo (S.VIIIa.c.) lo pone en el Caos tempestuoso; los Órficos (S.VII) lo buscaban en la Noche, etc.

Bibliografía: Mondolfo, R. El pensamiento antiguo. Tomo II. Losada.

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